Esta es una práctica que desarrollé hace un par de años para superar el miedo a lo desconocido. Al principio fue un poco divertido, diseñado para ver hasta dónde podía llegar. Sin embargo, rápidamente me di cuenta de que este ejercicio podría ayudarme a enfrentar todos mis temores sobre la incertidumbre en un entorno relativamente seguro.

Me desafió a literalmente entrar en lo desconocido. Aunque sabía que estaba segura de hacerlo, el ejercicio despertó mis miedos muy rápidamente y pude enfrentarlos y suavizarlos.

Lo bueno de este ejercicio para superar el miedo a lo desconocido es que, aunque es lo suficientemente seguro, todavía te desafiará muy, muy rápido. Revelará todo tu miedo a caminar ciegamente a una situación desconocida, pero sin crear consecuencias importantes para tu vida. También proporciona una manera muy efectiva de lidiar con los temores que surgen, de modo que cuando necesitas adentrarte en lo desconocido más adelante, ya estás conectado para poder sobrellevarlo.

La otra gran ventaja de esta práctica es que es tan simple y tan flexible que todos pueden hacerlo. Se puede hacer solo, en parejas o en grupos. Lo hago principalmente sola, pero también puede ser muy poderoso hacerlo acompañado, especialmente como una red de seguridad adicional. También puede ser planificado o espontáneo, por ejemplo, cuando sales a caminar por el campo.

El ejercicio para superar el miedo a lo desconocido:

1. Encuentra un lugar que conozcas bien, que sea relativamente abierto y tenga pocos obstáculos o peligros. Podría usar tu jardín, un sendero fuera de la carretera o un campo, por ejemplo. No recomendaría hacer esto al lado de una carretera a menos que estés con un compañero muy atento.

2. Elije una ruta que sea relativamente directa y cierra los ojos. Podrías usar una venda para los ojos, pero recomendaría simplemente cerrar los ojos ya que puedes abrirlos muy rápido en cualquier momento.

3. Comienza a caminar a lo largo de tu ruta planificada. Mantén tus ojos cerrados todo el tiempo que puedas.

4. Es probable que comiences a experimentar algún tipo de incomodidad o miedo muy rápidamente. Cuando comienza a surgir, disminuye la velocidad o para. Observa la sensación de miedo. ¿Qué te parece? ¿En que parte del cuerpo puedes sentirlo? Acepta el miedo y no intentes apartarlo.

5. Camina unos pasos más, observando como el miedo  sigue creciendo. En este punto, aunque lógicamente sabes que estás a salvo, tus temores por lo desconocido probablemente prevalezcan sobre esto. También pueden comenzar a surgir otros miedos, por ejemplo, «¿qué pensará la gente de mí si me ve así?»

6. Camina lentamente hacia adelante. Debes saber que el miedo es solo un sentimiento transitorio. No es quien eres. Respira profundamente y trabaja para relajarte tanto como sea posible en torno a la sensación de miedo. Es importante que no trabajes para alejar el miedo, ya que eso creará otra identidad («No tengo miedo»). En cambio, simplemente permite la sensación y relájate a tu alrededor. El miedo se puede sentir flotando en el espacio, pero solo lo estás observando. Es solo una experiencia, ¡no eres tú!

7. Parar. Lo has hecho genial. Respira y relájate El miedo puede no desaparecer por completo, pero está bien. Tu personalidad no está definida por eso.

8. Abre lentamente tus ojos. Veras que todo está bien.

9. Termina con una sonrisa. El ejercicio para superar el miedo, a terminado.

Este ejercicio, cuando se practica con bastante frecuencia, te dará una gran herramienta para enfrentar cualquier situación que provoque miedo a lo desconocido. Siéntete libre de ir a tu propio ritmo. No necesitas completar los 9 pasos cada vez. Siéntete libre de hacer tus propias modificaciones al ejercicio. Se creativo y diviértete con ello.

 

 

 

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